Denuncia a la corte penal internacional
Cuestiones de admisibilidad. –

TIPIFICACIÓN DE DELITOS
DENUNCIADOS
HECHOS


RIESGOS DEL USO DE MASCARILLAS
POSIBLE CAUSA DE CÁNCER.-






Ahora resulta que el comité de expertos era Simón. En eso consistía el presunto sanedrín de autoridades en epidemiología que el Gobierno citaba como referencia -o más bien como coartada- científica. Simón y su camarilla, que rima con mascarilla.
Quédate en casa –que nosotros te dejamos sin trabajo y llevamos tu empresa a la quiebra, esa que te costó tantos años crear-.
Quédate en casa –que nosotros decidimos por ti; a qué hora podrás salir y en qué condiciones-.
Quédate en casa –aunque no tengas dinero para comprar comida-.
Quédate en casa –aunque a tu madre le queden pocos años de vida y te necesite-.
Quédate en casa –y no veas a tus nietos por las dudas que te contagien-.
Quédate en casa –pero sigue pagando los impuestos aunque no generes ingresos-.
Quédate en casa –mientras nosotros ponemos a presos y asesinos en libertad-.
Quédate en casa –mientras reventamos la economía sacándote del medio-.
Quédate en casa –porque si sales corres el riesgo de morirte de una gripe con un dos por ciento de mortalidad-.
Quédate en casa –así podemos ejecutar nuestro plan e instalar las 5-G sin escuchar protestas-.
Quédate en casa –así te podemos controlar mejor con nuestros dispositivos aéreos aunque vos pienses que son naves espaciales de otro planeta-.
Quédate en casa –así podemos continuar con nuestra agenda mundial sin interferencias-.
Quédate en casa –que nosotros te dejamos una lista de entretenimiento virtual para que no te hagas preguntas sobre la “nueva normalidad”-.
Quédate en casa –que nosotros estamos trabajando duro para asegurarnos de que cada día estés más alejado de tus vínculos y recursos-.
Quédate en casa –y ojo con lo que haces porque tus vecinos también actúan como policías-.
Quédate en casa –no te expongas a la luz solar, ni a los gérmenes así terminaremos de destruir tu sistema inmunitario-.
Quédate en casa –hablando por teléfono mientras nosotros escuchamos tus llamadas y nos acercamos un poquito más al plan perfecto-.
Quédate en casa –no utilices el poco efectivo que te queda así lo sacamos de circulación y creamos una sola moneda-.
Quédate en casa –así podemos subir torres radiactivas sin que tu te enteres-.
Quédate en casa –y sí salis tienes que llevar una máscara puesta, para generar separación, no inmunidad-.
Quédate en casa –aléjate de todo lo que te hace humano, así nuestra interferencia es más sutil y no encontrás culpables-.
Quédate en casa –así vamos estudiando tu comportamiento cuanto esto sea la norma-.
Quédate en casa –como cuando el modelo hitleriano daba órdenes y la gente cumplía. Solo que él lo hacía con armas, y nosotros con tu miedo-.
Quédate en casa –no pelees por tus derechos como ciudadano ni por tu familia, te queremos dócil, no rebelde-.
Quédate en casa –sin sueldo, sin vacaciones, sin viajes, sin futuro, sin escuela, pero con Netflix-.
Quédate en casa –mientras seguimos gestionando una dictadura ultra-comunista con tu ignorancia–.
Quédate en casa –y repite este mensaje mil veces y diles a los otros que también lo repitan. Porque de tanto decirlo, te lo vas a terminar creyendo. No por dos meses o un año, sino por el resto de tu vida.
La finalidad del presente libro es descubrir algunas verdades que han estado escondidas bajo las figuras de la religión y de la mitología; el método a seguir será comparar una multitud de ejemplos bastante sencillos y dejar que el antiguo significado se haga aparente por sí mismo. Los viejos maestros sabían lo que decían.
En cuanto hayamos aprendido a leer su lenguaje simbólico, no requiere más talento que el de un recopilador el dejar que se escuche su enseñanza.
Primero debemos aprender la gramática de los símbolos y como llave de este misterio no conozco mejor instrumento moderno que el psicoanálisis. Sin aceptar al psicoanálisis como la última palabra en la materia, puede servir como método de aproximación a ella.
El segundo paso será reunir un grupo de mitos y cuentos populares
de todas partes del mundo y dejar que los símbolos hablen por sí mismos. Los paralelos se harán inmediatamente aparentes, y se ha de desarrollar una constante vasta y asombrosa de las verdades básicas que el hombre ha vivido en los milenios de su residencia en el planeta.
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